Jubilación = 40 años después

En otras palabras, Pavlov había anclado una sensación interna, como era la expectación de comida con la consecuente sensación de hambre, a un estímulo sensorial externo como el sonido de la campana. Sencillo, ¿verdad??

Besa tu camino hasta su vulva

Necesitaba encontrar otras formas de vivir su sexualidad, que se diera cuenta que para sentir placer no precisaba estar enamorada y sus fantasías no tuviesen el nombre de un chico… no sé hasta donde sea capaz de aguantar