Llámame, no esperes mucho más

El hombre, hasta el hombre aceptable, ha utilizado este procedimiento con resultados notables desde el momento en que el planeta es mundo. Es lento; es pesado, por el hecho de que a veces uno no encuentra el halago necesario después de haber inventado doscientos o bien trescientos en una semana. Pero es seguro. Es el más seguro.