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La dopamina es un neurotransmisor que controla el centro de placer de nuestros cerebros y crea circuitos de recompensa, que entonces producen asociaciones automáticas en nuestro cerebro que vinculan a nuestras parejas románticas con el placer e inclusive con nuestra supervivencia.

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Hubo citas en las que no existía ningún tipo de conexión física, no jugaba con esa ventaja. Ideológicamente tampoco existía ningún nexo de unión. Éticamente, éticamente, culturalmente…, nos hallábamos alejados asimismo.

Por esta noche, permítele preparar el escenario y déjale el control de la situación de vuestro encuentro sexual. Se sumisa en todo lo que te afirme y que él lleve el bastón del mando. Tómatelo como unas vacaciones en tus esperanzas personales.

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Toma la pasa, sostenla en una mano y examínala detenidamente con tus ojos, fijándote en su color, en su forma, en su textura. Fíjate donde se ve más brillante y en qué s se ve más opaca. Date cuenta de cualquier pensamiento o bien sentimiento que surja mientras que la observas.

Un motivo de queja usual de las mujeres es que el varón solo se le acerca corporalmente cuando quiere iniciar un juego sexual que culmine en una penetración. ¡Cuántos días de nuestra vida precisamos caricias, besos, ternura y no sexo!

El hombre, hasta el hombre aceptable, ha utilizado este procedimiento con resultados notables desde el momento en que el planeta es mundo. Es lento; es pesado, por el hecho de que a veces uno no encuentra el halago necesario después de haber inventado doscientos o bien trescientos en una semana. Pero es seguro. Es el más seguro.

Llama la atención que este desdoro pesa más en aquellos adultos mayores que dependen de sus familiares. El poder económico o el éxito social brindan algún género de escudo ante este tipo de censuras.