Puedes controlar ese impulso desmandado que sientes simplemente dejando de alimentar el fuego romántico que arde en tu interior, y para esto es indispensable eludir al ex, dejar de llamarle, borrarle de tus amigos en redes sociales, no mirar fotografías suyas y ni siquiera chatear con él. Si esta persona te está haciendo padecer, es mejor eliminarla de tu vida. En exactamente el mismo momento en que reconoces que eres sensible, a través del plexo solar o bien de cualquier otra forma en que lo reconozcas, el paso inicial es reconocer internamente que eres sensible. El segundo paso es decirlo en voz alta a tu pareja. Soy emocional. Esta verbalización le da un toque de relajación al instante, por el hecho de que por lo menos ahora su pareja sabe que usted sabe que es sensible, lo que lo saca de la imagen y ya no lo hace responsable de su infelicidad. Es un paso bastante difícil de tomar, aceptar que eres emocional al decirlo, por el hecho de que el ego luchará como un orate tratando de inculpar al otro. Pero en realidad, hasta el momento en que te devuelvas a ti mismo y reconozcas el pasado, tu vida amorosa seguirá siendo una serie de buenos momentos seguidos de malos tiempos.
Conforme los hombres avejentan, los niveles de testosterona caen. Esto puede afectar su deseo sexual, como su experiencia de conseguir y sostener una erección. A menos que tenga una condición médica, todavía va a poder tener erecciones, mas posiblemente no sean tan firmes o fiables como lo fueron ya antes. Para algunos hombres esto puede ser muy desmoralizador. Puedes hacer en frente de estos cambios de múltiples formas. Ciertos hombres son proactivos e intentan todo lo que es posible para ayudarlos en la excitación y las erecciones. Muchos hallan que tomar Viagra es con frecuencia realmente útil. Ciertos hombres abandonan el sexo por completo, decidiendo que si no pueden tenerlo como antes, no merece la pena tenerlo. Otros hombres aceptan los cambios y están dispuestos a trabajar con ellos. Practican más paciencia y se dan el tiempo que precisan para despertarse y disfrutar de las erecciones de las que son capaces.
Yo no era un especialista de esos temas. No supe qué decirle, sólo le recomendé que no lo vuelva a hacer en tanto que más que dañar su relación, lo dañaba a él como persona. Me juró que no lo volvería hacer jamás más, aun se arrodilló y se los juró al mismísimo autor. Fue un juramento sincero, aunque no sé porque me lo juró a mí, nada debía ver. Esa tarde más sosegado ya, se fue a la tienda y adquirió el más grande ramo de rosas que encontró y se lo llevó a Perlita con un poema. Perlita lo recibió con los brazos abiertos por la sorpresa y el ánima de Juancito halló sosiego en ese instante. Todo estaba solucionado. Todo lo precedente debía ver con apelar a los sentidos y percepción del resto antes de iniciar cualquier interacción con ellos, mas nuestro empaque perfecto no acaba allá, es el instante de abrir la boca y el lenguaje a utilizar puede marcar la diferencia entre lo que percibieron de nosotros y lo que realmente somos.
Kimberly es garantía de placer
De igual manera que metemos en nuestra maleta nuestro mp3, algo de lectura, la crema solar y el repelente de mosquitos, asimismo podemos meter en ella, bien al lado del neceser, bien entre la ropa íntima, nuestro juguete erótico preferido. Eso sí: ya antes de hacerlo debemos tomar en consideración un aspecto que, de no ser tenido en cuenta, nos puede hacer vivir una situación cuanto menos incómoda. Ese aspecto es el siguiente: ¿qué término tienen de los juguetes eróticos en ese país al que hemos decidido viajar este verano? Pues llevar en la maleta un plug anal cuando vamos a veranear al pueblo de los abuelos es una cosa, y llevar ese plug anal guardado en la maleta cuando esa maleta tiene que pasar el arco detector de un aeropuerto de un país como, pongamos por caso, Indonesia, es otra muy diferente. Alicia Gallotti, escritora y portavoz de www.victoriamilan, la página de citas en línea para personas casadas o bien con pareja estable que han decidido tener un affaire, sospecha que no hay un solo motivo por el que las personas son infieles, sino que lo son por infinidad de motivos… Pues la rutina se ha apoderado de la relación; por el hecho de que se presentó una oportunidad estimulante; pues desea más; por el hecho de que desea distinto; pues lo dicta una fantasía. Por el hecho de que el amor no guarda relación con el sexo, si bien digan amor cuando quieren decir sexo.
Me acelero cuando ella está cerca de mí
La mujer debe sentarse en un sofá en el borde. La pareja debe arrodillarse delante y estar entre sus piernas. ¡ puede mantener sus muslos para tener un poco más de control y tener un sexo más áspero! Gran diversión. Por ende, la gente se procuró bebedizos a base de substancias tan increíbles como la orina de eunuco o bien el riñón de mula, espermicidas afines a los empleados por los egipcios o bien ciertos movimientos descritos por los médicos griegos y romanos, como los que señalamos anteriormente que se creían capaces de expulsar el semen después de eyaculado en el útero. En el siglo I a. de C., Lucrecio, por ejemplo, describió los movimientos que efectuaban las prostitutas para no quedar preñadas, moviendo las caderas y el pecho de determinadas formas para generar un efecto que , poéticamente, llamó apartan del atravieso la reja del arado y hacen que la semilla falle de lugar. El orgasmo corresponde a una liberación súbita de adrenalina. Sin embargo, esta hormona es antagonista de la oxitocina (antagonista agis contre la oxitocina). Va pues a neutralizar los efectos de la oxitocina. La fase orgásmica va de esta manera a acabar, la intensidad del placer reduce hacia un estado de bienestar. La mujer vuelve a un nivel de conciencia próximo de la realidad, y descubre su entorno y entonces a su pareja.
Me gusta usar la metáfora de los ríos para referirme al amor eros y al amor philia, y la figura del mar para referirme al amor ágape. Los ríos tienen necesidad de desembocar en el mar, para cumplir un ciclo indispensable para su supervivencia y salud. En el mar las aguas de los ríos son renovadas y cumplen con un ciclo de vida que garantiza su vitalidad. De ahí que el amor eros y el amor philia continuamente precisan ser direccionados y energizados por el amor ágape. El mar es fuente de renovación para los ríos, como lo es el amor ágape para el amor philia y el amor eros. La sensibilidad no es exclusiva de las señoras. ¡No son un espejismo, existen hombres que sienten como nosotras, que padecen por una mujer, que se entregan, que creen en el término de familia! En mi primer blog facilité el correo electrónico (que podéis proseguir usando), lossinglesylamadrequelospario@gmail, a fin de que los lectores me diesen sus creencias sobre el blog y me llegaron muchas historias en este sentido.
Superando la ansiedad y la falta de seguridad sexual
Tener sexo profundo y penetrante no debe tomarse a la ligera. Lo han trasmitido nuestros ancestros, los romanos o bien el australopiteco, no pues cambie las matemáticas del sexo (P + V = O), sino más bien por el hecho de que se siente jodidamente sensacional. Salta el extremo poco profundo y sumérgete en las aguas subterráneas con estos ángulos profundamente emocionantes. El columpio sexual colgado del techo, por poner un ejemplo, deja practicar la postura del perrito mientras que se está colgado del aire e, aun, ofrece un ameno abanico de opciones para gozar del sexo anal. En cualquier caso, y sea como fuere, lo cierto es que la robofilia no es una cosa que pueda inscribirse ya en los parámetros de la ciencia ficción. La interacción entre personas y robots será cada vez mayor y esa interacción, ¿por qué razón no?, podrá llegar hasta las íntimas esferas de lo sexual. Como hemos visto, David Levy augura que esa interacción sexual se generará hacia el año 2050. Otros expertos dicen que no, que de ninguna manera la robofilia será una realidad en esa data. Estos expertos, sin embargo, no ponen un plazo mucho más lejano para que esa interacción sexual entre el hombre y el robot tenga sitio. Hablan del 2060. Como quien dice, a la vuelta de la esquina. Tal vez nuestros nietos vengan a visitarnos alguna vez acompañados de su robot sexual. Quizá hasta creamos que esa pareja sí que les es conveniente.